sábado, 8 de julio de 2023

AL ESTILO DE JESÚS. Domingo XIV Ordinario

 09/07/2023

Al estilo de Jesús

Domingo XIV T.O.

Zac 9, 9-10

Sal 144, 1-2. 8-11. 13cd-14

Rm 8, 9. 11-13

Mt 11, 25-30

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Del mismo modo que en los relatos del Éxodo Dios endurecía el corazón de Faraón, Mateo, fiel a la tradición judía, afirma que Jesús da gracias al Padre por revelar unas cosas a unos y escondérselas a los otros porque Dios es dueño de hacer lo que le plazca. Pese a que hoy no compartamos esta perspectiva, era ya un mensaje provocador que Dios diera a conocer lo importante a los sencillos mientras que se desentendía de los sabios con estudios que utilizaban su conocimiento para imponerse a los demás. Prefería a los ignorantes, a los que nadie más aceptaba ni respetaba. Actualmente, en cambio, afirmamos que es cada uno quien acepta a Dios o no. Así, afirmamos que son los ignorantes quienes reconocen a Dios, mientras que otros más preparados no lo advierten. Versículos antes de nuestro pasaje de hoy, Jesús había declarado que la verdadera sabiduría se muestra en las obras. No vale, pues, escudarse en los libros para arrancarles interpretaciones que justifiquen mantenerse bien arriba. Claro que no toda acción vale. Esas obras deben estar acompasadas con el latido íntimo de Dios. ¿Cómo conocerlo si dejamos de lado lo escrito; si no atendemos a la oficialidad?

Pablo nos dice que el Espíritu de Dios habita en nosotros y que estamos “sujetos a él”. Esta sujeción nos habla de coherencia y de sentido. Si queremos vivir lo que somos debemos vivir según ese Espíritu. Es el mismo Espíritu que habitó en Jesús y que sigue habitando en el Cristo tras su resurrección. Así, como afirmaba Mateo y concreta Pablo, lo que el Padre ofrece Jesús lo revela, lo hace evidente, siendo según el Espíritu de Dios. Nosotros podemos, según el mismo Espíritu, acogerlo. Padre e Hijo se conocen y el Hijo revela al Padre a quien él quiere: de nuevo, la misma mentalidad elitista que, de forma novedosa, habla de los sencillos. Jesús llama a quienes están cansados y agobiados, pero la palabra que usa Mateo no habla de “cansados”, sino de “afanados”, de aquellos que han trabajado activamente y han sido “cargados”.  La Ley ha sido lanzada sobre quienes buscaban la verdad, la sabiduría, la justicia. Ahora Jesús propone un yugo llevadero y una carga ligera, porque remite a Dios.

Jesús nos redescubre el verdadero rostro de Dios que, superando cualquier privilegio, se dirige a todos. Es cierto que no todos lo acogen ni pueden entonar el canto del salmista porque a muchos sus intereses les hace buscarlo en otra parte y se apoyan en una sabiduría que custodia un Dios distinto; otro dios. Ya Zacarías habló del rey que llegaba justo y victorioso, cabalgando modestamente sobre un asno. Lo decisivo de este rey es que destruirá las armas de guerra (arcos y carros), terminará con la arrogancia (caballos) y “dictará la paz a las naciones”. Es así como dominará de mar a mar. La obra de Jesús, como la del rey anunciado por el profeta, es poner la paz sin sucumbir al espíritu beligerante y abolir los privilegios. Las obras concretas de Jesús fueron sus palabras y sus sanaciones. Estas actuaciones concretas y cercanas surgieron del fondo de su ser, del Espíritu de Dios que comparte con nosotros y al que apela al hablarnos y sanarnos. Los que, siguiendo el mismo Espíritu, humildemente, siendo lo que somos, vivamos al estilo de Jesús y trabajemos con ahínco por extender su paz, no careceremos de conflictos ni fatigas, pero podremos, por el Espíritu compartido, descansar en él que vive ya plenamente en Dios y aspirar a esa misma plenitud.


Al estilo de Jesús








1 comentario:

  1. La justicia brilla por su ausencia.
    Que difícil es imponer la verdad ante el mandatari de de turnode turno. El que manda hace

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