sábado, 20 de enero de 2024

PARA EL DISCERNIMIENTO. Domingo III Ordinario

21/01/2024

Para el discernimiento.

Domingo III T.O.

Jon 3, 1-5. 10

Sal 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9

1 Cor 7, 29-3

Mc 1, 14-20

Si quieres ver las lecturas pincha aquí 

Se termina la representación de este mundo, dice hoy Pablo. Las cosas van a cambiar. Pero el cambio debe empezar por uno mismo. Así, como hizo Jonás. En la primea lectura de hoy, el profeta aparece obedeciendo el encargo recibido de Dios. Pero la verdad es que este fue el segundo llamamiento; después del primero Jonás echó a correr en dirección opuesta. Así fue como se embarcó rumbo a Tarsis, para ellos el confín del mundo. Sin embargo, los acontecimientos que vivió en su huida le hicieron recapacitar. Estamos hoy ante un profeta renovado. Su experiencia nos dice que Dios no se rinde. Insiste en confiarnos sus planes y pedirnos ayuda, porque sabe que somos los adecuados para ello, aunque nosotros no queramos verlo en un primer momento; algunos tampoco lo vemos en el segundo o en el tercero… tal vez esta insistencia, este volver a escuchar siempre la misma invitación, pueda ser un criterio de discernimiento.

En tiempos de Jesús, los maestros no llamaban a sus discípulos. La verdad es que confiere más dignidad eso de esperar que vengan a ti; da prestigio, quieras que no. Sin embargo, Jesús toma la iniciativa y bordeando el lago ve a Simón y Andrés y a Jacob y Juan y les llama. Igual que Elías, el gran profeta al que algunos esperaban ver regresar, llamó a Eliseo; tal como el mismo Dios llamó a Jonás y a muchos otros. Estos nuevos discípulos, además, van tras Jesús sin dudarlo un momento. Lo cierto es que este seguimiento instantáneo es difícil de creer. Mateo lo cuenta del mismo modo y Lucas introduce una pesca milagrosa para convencer a Simón y a sus compañeros. Juan, como vimos la semana pasada, subraya la mediación del bautista. Parece claro que todos los evangelistas quieren subrayar la actitud desprendida y decidida de los discípulos, de los llamados y evitar así las dudas de Jonás. Estos discípulos pueden, desde el primer momento, hacer suyo el salmo de hoy.

Hoy, que ya no hay bautista, Jesús llama para anunciar el evangelio de Dios. Su reino está cerca. Tendremos que entender “reinado”, mejor que “reino”. Lo que se acerca es el momento en el que el mundo vivirá según los designios de Dios; según sus planes. Los ninivitas ingresaron en ese reinado gracias a Jonás; por eso son importantes los discípulos, los enviados que acepten acompañar a la gente en su descubrimiento de ese plan humanizador que es la voluntad de Dios. A esto se le llamó conversión: es un giro, un cambio de actitud; es descubrir que viviendo de otra forma tu vida tiene más sentido y puedes hacer más felices a los que te rodean. De este giro habla Pablo. Estamos, dice él, en un momento apremiante y esa es también nuestra experiencia en estos tiempos. Hacer verdaderamente próximo el reinado de Dios para todos estará en descubrirles que se puede vivir el mundo de otra manera. En ocasiones, lo vivimos como si todo, incluso las relaciones personales, tuviese que ser provechoso para nosotros; nuestra alegría y nuestra tristeza se basan en nuestro beneficio; nuestros negocios no ven más allá de nuestro propio disfrute. Este no es el camino; nuestra conversión estará en vivir de otra manera diferente aunque todos piensen entonces que ni eso son relaciones, ni negocios, ni comprendan nuestra alegría ni nuestra tristeza. La extrañeza de quien no quiere cambiar puede ser otro criterio de discernimiento. 

 

Para el discernimiento

 

4 comentarios:

  1. Nos dejas muy claras las cosas..el tiempo apremia..gracias Ĵavier

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  2. Respuestas
    1. Gracias, Alicia. Espero que sirva para plantearse cosas. Un abrazico.

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